top of page
Buscar

Nunca digas nunca

  • Paula Díaz
  • 20 sept 2017
  • 2 Min. de lectura

Llega septiembre y con él finaliza el verano. Vuelta a las clases, a la rutina, aunque para mí este año todo es diferente. Otro país, otro idioma, otra cultura, otras personas, todo ha cambiado, esta vez empiezo desde cero. Tengo tantísimas cosas que contaros que no me da la vida para tanto. He grabado ya unos cuantos vídeos con algún que otro viaje, actividades y experiencias aquí en Montreal, pero aún tengo muchísimo que editar así que paciencia que todo llega. Todo es taaan distinto... pero me encanta, siento que estoy disfrutando cada minuto aquí de cada una de las maravillas de este país, pero todo esto os lo iré contando con más detalle en los vídeos.


Estoy tan contenta que algo os tenía que contar, pero no vengo a hablaros de mis días en Canadá. Hablemos por fin de moda, reflexionemos sobre este verano y hagamos la pregunta del millón: ¿Bikini o bañador? Ya es casi un tópico, qué pesadilla otra vez la misma pregunta, pero mentiría al decir que yo no me la he hecho.


Toda la vida llevando bikini, "el bañador para las que hacen natación, el bikini sienta mejor", aquí la niña escéptica hablando cuando empezaron a ponerse de moda los bañadores. Aún así, este verano me dio por probar con el bañador y no me lo he quitado ni para dormir. El bañador es tan cómodo, tan practico y tan ponible que hasta yo, la escéptica, me he enamorado de él. Aunque como todo el bañador tiene su parte buena como su parte mala y las marcas que deja tras tomar el sol no son especialmente estéticas.


Y ya respondiendo a la pregunta de si bikini o bañador, no hace falta ser tan de extremos como yo, lo ideal está en la armonía. Para bajar a diario a la playa creo que el bikini sigue siendo una buena opción, pero siempre podemos alternar con el bañador para ocasiones más especiales como una fiesta en la piscina.



Por si aún no lo habíais notado, hoy vengo nostálgica, con estas fotos de Calblanque, una de las playas más bonitas que tiene Murcia. Adoro este lugar, es pura paz, naturaleza y belleza. Calblanque, como parque natural que es, está completamente protegido y por tanto no hay ninguna construcción en kilómetros, nada más que montaña a un lado y playa al otro. Es una maravilla.


Adoro los contrastes entre estampados, ya haré un post más elaborado sobre esto pero de momento estas tres fotos son una idea. La camisa de rayas, que deja entrever el estampado de flores del bañador creo que es una muy buena apuesta para bajar a la playa un día más arreglada o tomar algo en un chiringuito.


Me vais a matar por lo que voy a decir pero en verano odio los colores oscuros, así que odio los bañadores y bikinis negros. Me gustan los colores vivos o pasteles, o como mucho las mezclas de color negro con algún color llamativo. Sin embargo, estoy segura que más de algún verano me acabaréis viendo con algún bikini de color negro. "Nunca digas nuca".


Muchos besos,



Pau.

Comentários


·Entradas destacadas·
·Archivos·
· C A T E G O R Í A S ·
·INSTAGRAM·
bottom of page